The map
Madrid | 19 Sep. – 6 Nov. 2013
Figura ineludible en el análisis de la práctica visual contemporánea internacional, nos invita a ver tres instalaciones realizadas con medios variados que exploran la relación entre el lenguaje y la visualidad. Las obras presentadas en esta exposición ilustran su papel crítico y clave para el desarrollo de nuevos lenguajes visuales dentro del arte conceptual.
Patentamenldug “Solicitud de patente”, 1997 consta de una mesa de largo formato expuesta sobre una alfombra blanca en la que figuran dos grabados de dibujos de producción. Si la primera impresión puede hacer creer en una “simple” mesa, el choque surge cuando caminando a su alrededor, se lee el texto inscrito en sus bordes:
“He decidido construir un crematorio de alta capacidad. En noviembre 1942 he terminado el borrador de un crematorio para la incineración masiva y lo he sometido a la Oficina Alemana de Patentes en Berlín. Había diseñado el crematorio
para funcionar con una cinta transportadora, para que los cuerpos fueran transportados sobre una reja directamente hasta el horno. La cremación se hubiera desarrollado de forma continua. Esta patente no ha podido ser registrada oficialmente porque ha sido clasificada por el Gobierno Alemán como ultra secreta1”. (Fritz Sander)
Uno tarda un momento en darse cuenta de la estrechez de mente de los comentarios frustrados proclamados delante de un tribunal militar ruso por el ingeniero de Topf Works, una empresa especializada en incineradores. Al final de la Segunda Guerra Mundial, Fritz Sander había sido encarcelado por los soviéticos e interrogado. En su trabajo había desarrollado un sistema muy eficiente para los hornos en Auschwitz introduciendo cintas transportadoras y usando los cuerpos como fuel adicional. En el momento de su encarcelación Sander estaba frustrado por el rechazo de parte de la oficina de patentes. La decisión no implicaba en absoluto un juicio de valor, y esto no era el problema de Sanders, lo que le decepcionaba era que el crédito merecido para su creación y esfuerzo intelectual le fuera negado.
Las víctimas, que son el punto de partida del problema citado en la solicitud de patente, no han sido mencionadas ni por el inventor, ni por el artista. La noción del genocidio no está plenamente abordada en esta obra por Camnitzer (cuya familia fué forzada a emigrar de Alemania y cuyos abuelos paternos murieron en las cámaras de gas). Más que la voluntad de tratar este crimen inimaginable, es un asunto más general el que lo ha llevado a realizar su obra: es el deseo de Sander de ver un proyecto de este tipo patentado. Es precisamente la indiferencia de un dispositivo técnico hacia la causa y efecto lo que interesa al artista. La obra denuncia la falta de escrúpulos de la factibilidad técnica y la falta general de responsabilidad ética.
1 La connotación de asunto “ultra secreto” se aclara por la mención del año “1942”. Entonces es cuando el pensamiento hacia el Holocausto y a la muerte masiva se vuelve inevitable.
El estilo de la estructura base de la mesa, compuesta de tuberías de gas estandarizadas por la industria alemana, se aprecia a segunda vista. La instalación se completa por 16 fotografías colgadas, que son matas de pasto vistas desde abajo, desde la raíz.
La obra Insultos (2009) se presenta en el suelo mismo de la sala y también implica directamente al observador. Este trabajo consiste en una serie de líneas amarillas en las que se puede leer una misma frase escrita en vinilo negro en seis idiomas (Todos los que no saben leer en español son estúpidos. All who can’t read English are stupid…… Tous ceux qui ne peuvent pas lire le français sont stupides…). En cuanto a lo que le impulsó a realizar la obra, Luis Camnitzer dijó: “se me ocurrió que sería interesante hacer insultos que solo satisfacen al que insulta pero en realidad no son entendidos por los insultados”.
En Living Room (1969), Camnitzer ha cubierto una sala de la galería (construida para la exposición) con palabras fotocopiadas que reemplazan los objetos reales y que ayudan a encontrar físicamente los muebles y otros objetos propios de una sala de estar. Las palabras que dan forma a esta sala crean la idea del espacio a través de estrategias auto-referenciales. El significado de la propuesta reside en la reacción que despierta en el espectador ya que sin instrucciones, tiende a caminar sobre las palabras que designan la alfombra pero alrededor de las que indican la mesa. El artista creó un trabajo que no sólo habilita a la imaginación del observador a través de la designación lingüística, sino que también puede producir un entramado de relaciones espaciales. El aspecto más importante de la recepción de esta obra compuesta por un plano abstracto, lleno de múltiples asociaciones, reside en que puede proveer al espectador de una experiencia más profunda que la de encontrarse realmente en esta sala particular en un momento específico.
La obra de Luis Camnitzer se ha mostrado desde 1960 en importantes instituciones, incluyendo exposiciones individuales en El Museo del Barrio, New York, NY; List Visual Arts Center at M.I.T., Cambridge, MA; o Museo Carillo Gil, Mexico City, Mexico. Recientemente ha expuesto también individualmente en el Museo de Arte Moderno, Buenos Aires, Argentina; en Museo de Arte Contemporáneo, Santiago, Chile; en el Museo de Wiesbaden en Alemania y, de forma retrospectiva, en Kunsthalle Kiel, Alemania; en el Museo Daros de Zurich, exposición que ha itinerado al Museo del Barrio en Nueva York, Museo de Arte de Zapopan en México, University of British Columbia en Vancouver, Canadá, Museo de Arte de la Universidad Nacional de Bogotá, Colombia.
Luis Camnitzer ha participado también en muchas exposiciones colectivas como Mail Exhibition at the Instituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires, Argentina (1969); the seminal Information show at The Museum of Modern Art, New York, NY (1970); Dia Foundation, New York, NY; Beyond Geometry at Los Angeles County Museum of Art, CA (2005) entre otros.
El artista está participando actualmente en la Biennial of Graphic Arts, International Centre of Graphic Arts, Ljubljana, Slovenia. También ha participado en las bienales de Venecia, La Habana, Whitney y en Documenta 11. Su obra forma parte de las colecciones permanentes del Museum of Modern Art, Metropolitan Museum y Whitney Museum en Nueva York; The Museum of Fine Arts de Houston , el MALBA de Buenos Aires y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, España.
Como crítico, Camnitzer colabora frecuentemente con ArtNexus y es autor de New Art of Cuba (1994, 2003) y
Conceptualism in Latin American Art: Didactics of Liberation (2007) así como es profesor emérito de la Universidad
del Estado de Nueva York.
We are pleased to open the season with the second exhibition by Uruguayan artist Luis Camnitzer (1937), considered as one of the most important Latin American artists, promoter of critical thinking in art and of the artistic education system. Camnitzer’s artwork explores subjects such as social injustice, repression, and institutional critique. His humorous, biting, and often politically charged use of language as art medium has distinguished his practice for over four decades.
Emblematic figure within the analysis of the contemporary visual practice, he invites us here, through three installations made of different mediums and at distinct periods, to explore the relation between language and visibility. These works would provide a view into Camnitzer’s diverse practice as a conceptualist, and illustrate his critical role as a global link between developments of new visual languages in conceptual art.
Patentamenldug Patent Application, 1997. On a pristine white carpet stands a large planning table, two production drawings are etched into the table. One has to walk around the table in order to read the text which has been set as an edging:
âI decided to build a crematorium with a high capacity. In November 1942 I concluded my draft on a crematorium for mass cremation and submitted it to the German Patent Office in Berlin. The crematorium was to function on the principle of a conveyor belt, so that the corps would be continually transported over a grating directly into the oven. Cremation would be kept going constantly. This patent could not be registered officially because it was classified as top secret1 by the German Reich.â (Fritz Sander)
It takes a moment to become aware of the narrow mindedness of the factual, yet somewhat frustrated comments of one of the head employee of the Erfurt furnace company J.A. Topf & Sons, made in front of a Russian military tribunal. At the end of Second World War, Fritz Sander was imprisoned by the Soviets and interrogated. In his work he had developed a high efficiency system for the furnaces in Auschwitz by introducing conveyor belts and using the corpses as added fuel. At the time of his imprisonment Sander was bitter. He had tried to register his system with the Patent Office in Berlin, but his application had been rejected with the argument that his creation was considered a secret of the state. The decision did not by any means imply a value judgment, and that wasn’t Sanders problem. What embittered him was being denied the deserved credit for his creation and individual intellectual effort. The victims are the starting point of the solution to the problem quoted in the patent application and have not been mentioned by either the inventor or the artist. It is the indifference of a technical device towards cause and effect which is important to Camnitzer here. The reference to genocide is not entirely treated by the artist (his family was forced to emigrate from Germany and his father’s parents died in a gas chamber). However, his intention was not to work on this unimaginable crime. What led him to make his work was a more general issue: Sander’s desire to have a project of this kind patented. It is the indifference of a technical device towards cause and effect which is important to the artist here. The work points out the unscrupulousness of technical feasibilty and a general lack of ethical responsability.
The style of the base of the table, made of gas pipes standardized by German Industry, only becomes apparent on a second glance. The installation is completed by 16 photographs (hanging on the wall) of patches of grass seen from below – the root side.
1 The connotation of (“secret govern ment affair”) is clarified by the mention of the year 1942. The thought of the Holocaust and mass murder becomes inescapable.
Insultos (2009), a work presented on the gallery floor, involves the viewer. The piece consists in yellow strips series on which is written the same sentence in six languages (Todos los que no saben leer en español son estúpidos. All who can’t read English are stupid…. Tous ceux qui ne peuvent pas lire le français sont stupides..). In response to any possible event that led him to make this work, Luis Camnitzer replied that he “found interesting to make insults that only satisfy the offender as they are not understandable by the insulted person”.
In Living Room (1969), Camnitzer covered one of the rooms (built for the exhibition purposes) with fotocopied words which reconstruct a model of a living room using words to physically locate the furniture and other dining room objects.
Words “form” the dining space and create the idea of the space through self-referential strategies. The significance of this proposition lay in the reaction which it elicits from the viewer: without instructions, visitors tend to walk over the words describing the rug, but walk around those designating the fully set dining table. Camnitzer made a work that, by way of linguistic denotation, not only gives free rein to the viewer’s imagination, but is also able to directly influence their behaviour and produce a spatial network of relationships.
The most important fact revealed by the reception of the piece is that an abstract floor plan, with its myriad and multiple associations, can provide a deeper experience than to have been actually situated in that particular space at a specific time.
Luis Camnitzer’s work has been shown in noted exhibitions and institutions since the 1960s, including individual shows at The Kitchen and El Museo del Barrio, New York, NY; List Visual Arts Center at M.I.T., Cambridge, MA; and Museo Carillo Gil, Mexico City, Mexico. He had recent solo shows at Museo de Arte Moderno, Buenos Aires, Argentina; Museo de Arte Contemporáneo, Santiago, Chile. Retrospectives of his work have been presented at Lehman College Art Gallery in the Bronx, NY; Kunsthalle Kiel, Germany; as well as at the Daros Museum in Zurich, Switzerland, El Museo del Barrio, New York, NY; and Museo de Arte Moderno de Medellín, Bogotá, Colombia.
His work has appeared in numerous group exhibitions, including Mail Exhibition at the Instituto Torcuato Di Tella, Buenos Aires, Argentina (1969); the seminal Information show at The Museum of Modern Art, New York, NY (1970); Dia Foundation, New York, NY; Beyond Geometry at Los Angeles County Museum of Art, CA (2005); among others. Additionally, he has been featured in several international biennials, including the Bienal de la Havana, Cuba; Whitney Biennial, Documenta 1 and he is currently participating at Biennial of Graphic Arts, International Centre of Graphic Arts, Ljubljana, Slovenia.
Camnitzer’s work is in the permanent collections of The Museum of Modern Art, The Metropolitan Museum of Art, and the Whitney Museum of American Art, New York, NY; the Museum of Fine Arts, Houston, TX; the TATE, London, UK; and Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Argentina (MALBA), MUSAC, León and Reina Sofia Museum in Madrid among others. He was the recipient of the Guggenheim Fellowships on two occasions, 1961 and 1982. A highly regarded critic and curator, Camnitzer is a frequent contributor to contemporary art magazines. He has authored the publications New Art of Cuba (University of Texas Press: 1994, 2003), Conceptualism in Latin American Art: Didactics of Liberation (University of Texas Press: 2007), and Didáctica de la liberación: Arte conceptualista latinoamericano (Fundación Gilberto Álzate Avedaío, IDARTES: 2012).
He taught at the State University of New York, College at Old Westbury since 1969, and he continues to serve as professor emeritus.