Mack. Chromatische Konstellation
Parra & Romero | Madrid
November 25 2023 – February 24, 2024
Heinz Mack. Chromatische Konstellation, Parra & Romero, Madrid 2023. Photo: Roberto Ruiz. Courtesy of the Artist and Parra & Romero Gallery © Heinz Mack
La obra de Heinz Mack (1931) es eminentemente no-figurativa y, sin embargo, en muchos casos tienen una fuerte influencia de la realidad, desde mosaicos turcos, pasando por trabajos textiles persas o incluso bebiendo de otras obras de arte, especialmente de las primeras y segundas vanguardias. Así, hay algo del color Matissiano en alguna de sus piezas, otras son más cercanas a los campos de color de Rothko, al suprematismo de Malevich o a los ritmos ondulantes de Sonia Delaunay. Mack formó parte de esa generación de artistas de post-vanguardia que decidieron arriesgar y proponer nuevas formas de aproximarse a la materia. El propio Mack acabó siendo el cofundador del grupo Zero, un movimiento fundamental para entender el arte de la segunda mitad del s. XX, y desarrolló su propia teoría de la “Composición” poniendo especial énfasis en lo que denominó “Estructura dinámica”.
Ya en los años 50 Heinz Mack trabajaba la pintura, pero desde un sentir completamente diferente al que presenta hoy. En un primer momento, la pintura para el artista alemán podría ser entendida más como un medio para un fin. Entonces, sus pinturas monocromas parecían trasladar a la bidimensionalidad de la superficie pictórica las preocupaciones e intereses que podían también encontrarse en su escultura. Se hacía evidente entonces que tanto sus esculturas cinéticas, como sus piezas de aluminio de pared, sus grabados y pinturas estaban al servicio de una misma investigación sobre la luz y la materia.
El punto de inflexión en su relación con la pintura llegaría en 1991 a través, precisamente, de la serie Cromatische Konstellation (Constelación cromática) que da título a esta segunda exposición del artista en nuestro espacio de Madrid. Desde entonces, parecería que su trabajo como escultor y como pintor se bifurcaba en dos caminos claros, necesarios y distintos.
Pero la obra pictórica de Mack sigue siendo irrepetible. Si se toma distancia de sus piezas, la vibración de sus colores sigue rememorando esa primera etapa estructuralista de su pintura, ahora menos contenida y más sensible. El trazo ahora no es frío y metálico, no está calculado como en aquellos días, presenta una calidez y una entidad más cercana a la plasticidad de la naturaleza. Puede no ser casual que en 1989, solo dos años después de abrir su primer estudio en la isla de Ibiza, comenzara a hacer este tipo de obras mucho más conectadas con lo aurático y lo natural.
Heinz Mack vive y trabaja en Mönchengladbach e Ibiza. Su obra ha sido expuesta internacionalmente desde 1959 y se encuentra en algunas de las instituciones y colecciones públicas y privadas más prestigiosas incluyendo Museum of Modern Art (MoMA), Nueva York; Tate Modern, Londres; Centre Pompidou, París; Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York; Peggy Guggenheim Collection, Venecia; Stedelijk Museum, Ámsterdam; Staatliche Museen zu Berlin, Berlín; Museum Ritter, Waldenbuch; Sakip Sabanci Müzesi, Estambul; IVAM Museum, Valencia; Walker Art Center, Mineápolis.
The work by Heinz Mack (1931) is eminently non-figurative and, however, in many cases they have a strong influence of reality, from Turkish mosaics to Persian textile works or even drawing on other works of art, especially the first and second avant-garde. Thus, there is something of Matissian color in some of his pieces, others are closer to Rothko’s color fields, Malevich’s suprematism or Sonia Delaunay’s undulating rhythms. Mack was part of that generation of post-avant-garde artist who decided to take risks and propose new ways of approaching the subject of art. Mack himself ended up being the co-founder of the Zero group, a fundamental movement to understand the art of second half of the 20th century. He propose and developed his own theory of “composition”placing special emphasis on what he called “Dynamic Structures”.
Already in the 1950s Heinz Mack was working on painting, but from a completely different feeling than the one he presents today. At first, painting for the German artist could be understood more as a means to an end. Then, his monochrome paintings seemed to transfer to the two-dimensionality of the pictorial surface the concerns and interests that could also be found in his sculpture. It then became evident that both his kinetic sculptures, his aluminum wall pieces, his engravings and paintings were at the service of the same investigation about light and matter.
The turning point in his relationship with painting would come in 1991 through, precisely, the series Cromatische Konstellation (Chromatic Constellation) that gives title to the second exhibition of the artist in our space in Madrid. Since then, it would seem that his work as a sculptor and as a painter devided into two clear, necessary and different paths.
But Mack’s pictorial work remains unrepeatable. If you take distance from his pieces, the vibration of his colors continues to recall that first structuralist stage of his painting, now less contained and more sensitive. The streaks now are not cold and metallic, they are not calculated as in those days, it presents a warmth and an entity closer to the plasticity of nature. It may not be a coincidence that in 1989, just two years after opening his second studio on the island of Ibiza, he began to make this new series much more connected to the auratic and nature.
Heinz Mack lives and works in Mönchengladbach and Ibiza. His work has been exhibited internationally since 1959 and is held in some of the most prestigious public and private institutions and collections including the Museum of Modern Art (MoMA), New York; Tate Modern, London; Center Pompidou, Paris; Solomon R. Guggenheim Museum, New York; Peggy Guggenheim Collection, Venice; Stedelijk Museum, Amsterdam; Staatliche Museen zu Berlin, Berlin; Museum Ritter, Waldenbuch; Sakip Sabanci Müzesi, Istanbul; IVAM Museum, Valencia; Walker Art Center, Minneapolis.